El mejor sistema para quitar humedades por capilaridad también tiene perfecta aplicación en los edificios históricos y lo vamos a demostrar en las siguientes líneas, en este nuevo post que, como siempre, te invitamos a leer con atención.
Las humedades son mucho más peligrosas de lo que algunas personas piensan. Ponen en serio peligro las estructuras de los edificios. Y no solo eso, sino que los agentes patógenos que llevan aparejados pueden influir en la aparición de alergias y enfermedades respiratorias. Por eso, hay que actuar cuanto antes y hacerlo recurriendo a empresas solventes y de reconocida trayectoria. En ocasiones, cuando hablamos de edificios históricos, se puede llegar a confundir una simple mancha con un problema de humedad. Sobre todo, si no confiamos en profesiones acreditados. Es clave que los profesionales de Aquapol hagan un diagnóstico certero. Como hemos dicho muchas veces en este blog, las humedades por capilaridad pueden aparecer tanto en viviendas como en garajes o sótanos. Si en estos casos ya son peligrosas, ¿te imaginas en el caso de edificios históricos ya de por sí antiguos y mucho más valiosos? Pues sí, por supuesto que la humedad puede aparecer en cualquier lugar. Pero, si hablamos de este otro tipo de edificaciones, el problema puede ser mucho peor. En estos casos, la velocidad de evaporación del agua dependerá de factores como la porosidad del material, del grado de exposición al aire y al sol, de la humedad relativa y de la temperatura del exterior. En los monumentos y edificios históricos, el daño que pueden generar las humedades por capilaridad es de un valor incalculable. Daños irreparables en un patrimonio histórico que hay que evitar por todos los medios actuando a tiempo y con los medios y métodos adecuados.
Efectos de la humedad en un edificio histórico
La humedad, como patología constructiva, puede provocar los siguientes daños:
- En un suelo especialmente húmedo, la humedad puede subir a las paredes, dañando los revestimientos exteriores.
- En el interior, pueden aparecer grietas en la pared, caerse azulejos, dañarse las parte de escayola o aparecer goteras. No es solo un daño estético, sino que pueden aparecer bacterias, moho y malos olores derivados de la podredumbre de los materiales.
- La fachada también se verá afectada los efectos de la humedad por capilaridad. Pueden aparecer manchas y salitre además de haber desprendimientos o roturas. La capilaridad será aún más incisiva si el material es poroso o si no dispone de la impermeabilización adecuada.
- En muchos casos la humedad puede afectar a artesonados y pinturas, provocando pérdidas materiales imposibles de recuperar.