Tipos de humedad
Estamos hablando de los dos tipos principales de humedades que existen. Lo primero a tener presente es que las humedades no representan únicamente un problema estético, sino que también entrañan un serio peligro para la salud.
Los problemas de humedad en las estancias de la vivienda provocan mayor cantidad de ácaros, proliferación de bacterias y hongos, manchas y moho en las paredes, así como el deterioro de muebles, tejidos y enseres. Pueden llegar a provocar problemas respiratorios y de artrosis. Todo se debe, en origen, a un nivel excesivo de humedad ambiental. Para la humedad por condensación, se pueden implementar una serie de prácticas como, por ejemplo, ventilar suficientemente las habitaciones de la vivienda o no tender la ropa húmeda en el interior. También es importante limpiar cuanto antes las superficies húmedas para evitar que aparezca moho y cerciorarse de que no estén obstruidos los conductos de ventilación. Esto en cuanto a las humedades por condensación. Las humedades por capilaridad son las más difíciles de combatir porque los sistemas convencionales no resuelven el problema a largo plazo. Es la humedad más común en edificios antiguos, pero también de reciente construcción con aislamientos deteriorados, en ambos el agua asciende desde el suelo hasta las paredes a través de los cimientos. Si detectas manchas de humedad en los zócalos de la pared, pintura levantada, papel pintado despegado, humedad ambiental y olor a moho, se trata de este tipo de humedad que en Aquapol España combatiremos tras un correcto diagnóstico y análisis previo de la situación. Existen también humedades por filtración de agua, debidas a filtraciones desde el terreno o por grietas en fachadas.
Pasos para diagnosticar un problema de humedades
Como decimos, el paso previo antes de reparar humedades es hacer un diagnóstico certero para conocer el origen y dar solución al problema. Después se elaborará un plan de actuación. Lo primero en lo que pensar es a qué altura se encuentran los problemas de humedad. Hay 3 opciones:
- Soterrado: por debajo del nivel del suelo, cuando al otro lado del muro hay tierra. Por ejemplo, parkings, garajes, sótanos, bodegas o viviendas soterradas: Son humedades por capilaridad, por filtración del terreno, por condensación, o una combinación de ellas.
- Planta baja: al mismo nivel del suelo. En estos casos debajo hay tierra, pero al lado no. Por ejemplo, viviendas, tiendas, locales o similares. Pueden ser humedades por capilaridad, por condensación o filtración de la fachada.
- Primera planta o superiores: por encima del nivel del suelo. Son humedades por condensación o filtración de fachada.
Síntomas de humedad
- Paredes desconchadas, a veces, con salitre y manchas a diferentes alturas.
- Manchas de moho
- Vaho en los cristales por efecto de la condensación.
- Olor a humedad
- Humedad relativa del ambiente elevada
- Humedad en objetos, por ejemplo en la ropa.
Si ves manchas de moho, seguramente estemos ante un problema de humedades por condensación. Actividades del día a día como ducharnos o cocinar producen un exceso de vapor de agua en el ambiente. Si sumamos una ventilación deficiente de las viviendas, el vapor de agua se estanca y se produce el fenómeno de condensación.
Por otro lado, si la humedad del suelo sube por los cimientos y muros no aislados, sufriremos humedades por capilaridad. Si la humedad llega a las paredes, se evaporará en el ambiente y dejará salitre, paredes desconchadas y revestimientos deteriorados. Estas son algunas de las señales ante las que reaccionar. Este tipo de humedades, con el tiempo, pueden llegar a afectar a los muros de carga y a los cimientos. Por eso es clave intervenir con celeridad.