La Ermita de Nuestra Señora del Portal, ubicada en la parte central de Aldeanueva del Ebro, está adosada en una de sus partes a otro edificio colindante, y a una de las antiguas puertas de la villa, a la que debe su nombre.

Construida en 1536, se utilizó exclusivamente para el culto durante 300 años. Desde entonces su destino ha sido de lo más variado. Así, fue hospital, oficina de ranchos, herrería del pueblo y teatro en 1857.

Volvió a utilizarse para el culto hasta 1960 que se convierte en almacén de retablos, imágenes, y demás enseres de la iglesia. Tras 40 años de abandono, se convierte en el Museo del Vino de la Rioja Baja.

Tiene una superficie en planta de aprox. 228 m2. Constructivamente se compone de una planta rectangular con nave de cuatro tramos, crucero con cúpula sobre pechinas y cabecera rectangular.

Construida en fábrica de ladrillo, con muros de 75 cm de grosor. Está lucida únicamente en su parte interior con yeso.